30 de noviembre, día internacional de la lucha contra los trastornos alimenticios.
Hoy, 30 de noviembre es el día internacional de la lucha contra los trastornos de la conducta alimentaria (TCA)
¿Qué son los trastornos de la conducta alimentaria?
Los TCA son trastornos mentales caracterizados por un comportamiento patológico frente a la ingesta alimentaria y una obsesión por el control de peso.
Su origen es multifactorial, aparecen por la interacción de diferentes causas de origen biológico, psicológico, familiar y sociocultural.
Los TCA más conocidos son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, pero existen otros, cada vez con mayor presencia en nuestras consultas, pero menos conocidos y, por tanto, con más riesgo de pasar desapercibidos: como el trastorno por atracón, la ortorexia (obsesión por la comida sana) , la vigorexia (obsesión por el ejercicio físico)…
Los TCA son enfermedades graves, que provocan consecuencias negativas tanto para la salud física como mental de la persona, pero se pueden curar si la persona hace tratamiento con un equipo multidisciplinar formado por médicos , psiquiatras , psicólogos , nutricionistas ... especializados en TCA.
¿Quién puede padecer un TCA?
Cualquiera , jóvenes , mayores, niños , hombres ,mujeres ...
Son múltiples los factores de riesgo que combinados pueden facilitar la aparición y mantenimiento de estas patologías .
Factores individuales:
- Predisposición genética: son mucho más frecuentes si existe un antecedente familiar, y aún más si este factor se combina con otros ambientales, como el entorno familiar o social “propicio” para su aparición.
- Rasgos psicológicos: autoexigencia muy elevada, perfeccionismo obsesivo, necesidad de control y rigidez cognitiva están muy relacionados con la aparición de un TCA.
- Baja autoestima: hacer una valoración negativa e insatisfactoria de uno mismo/a incrementa la probabilidad de padecer TCA.
- Imagen corporal negativa.
- Adolescencia: es la etapa en la que existe un mayor riesgo de desarrollar un TCA, ya que es en este momento cuando la personalidad, autoestima y rol social de la persona están en pleno desarrollo y, por tanto, son más vulnerables ante un entorno social en el que la presión por la imagen es excesivamente elevada. Se diagnostican TCA en personas de todas las edades, pero en la mayoría de casos la enfermedad debutó durante la adolescencia.
- Sexo femenino: De cada 10 casos de TCA, 9 son mujeres y 1 es un hombre.
Factores familiares:
- Ambiente familiar desestructurado.
- Ambiente familiar sobreprotector.
- Experiencias vitales estresantes:
Factores Sociales:
- Modelo de belleza imperante: En los últimos años, el canon de belleza que ensalza la excesiva delgadez, ha venido acompañado de un incremento muy notable casos de TCA.
- Presión social respecto la imagen: además existe una gran presión para conseguir alcanzar ese modelo de belleza, hecho favorecido por los medios de comunicación, responsables en cierta medida del aumento de casos de TCA.
- Determinados deportes o profesiones: bailarinas, gimnastas, modelos, actrices…son profesiones de riesgo.
- Críticas y burla relacionadas con el físico: Las personas, sobre todo niños/as y adolescentes, que han recibido críticas y burlas relacionadas con su apariencia física, generando inseguridad con respecto a su imagen corporal, pueden presentar mayor tendencia a desarrollar un TCA.
- El sistema de tallaje actual: no unificado, que tiene como resultado un patronaje heterogéneo que resulta confuso para la población, hasta el punto de que la persona no es capaz de conocer cuál es su talla.
- Existencia de páginas web que promueven y hacen apología de los TCA: Últimamente han proliferado una cantidad ingente de páginas “pro ana y pro mía” en la red, en las que se ensalzan y presentan estos trastornos como formas de vida, de superación personal, y difunden trucos o “tips” para adelgazar sin que nadie se dé cuenta. Son de fácil acceso, y, aunque se denuncien sus contenidos, por cada página que se clausura aparecen muchas más.
¿Cuándo debemos sospechar que algún familiar/amigo/conocido…o nosotros mismos padecemos un TCA?
Hay ciertas señales de alarma y comportamientos ante los que deberemos estar atentos, ya que nos pueden hacer sospechar la existencia de un TCA. No son criterios diagnósticos, pero, ante estas señales, el consejo es consultar con un profesional que evalúe a la persona y confirme o descarte el TCA:
En relación a la alimentación:
- Utilización injustificada de dietas restrictivas
- Estado de preocupación constante por la comida
- Interés exagerado por recetas de cocina
- Sentimiento de culpa por haber comido
- Comportamiento alimentario extraño (velocidad ingesta, comer derecho, etc)
- Levantarse de la mesa y encerrarse en el baño después de cada comida
- Aumento de la frecuencia y cantidad de tiempo que está en el baño
- Evitar comidas en familia
- Rapidez con la que se acaba la comida de casa
- Encontrar comida escondida, por ejemplo, en su habitación
- Encontrar grandes cantidades de restos de comida, envoltorios, etc. en su habitación o en la basura.
En relación al peso:
- Pérdida de peso injustificada
- Miedo y rechazo exagerado al sobrepeso
- Práctica de ejercicio físico de forma compulsiva con el único objetivo de adelgazar
- Práctica del vómito autoinducido
- Consumo de laxantes y diuréticos
- Amenorrea (desaparición del ciclo menstrual durante, como mínimo, 3 meses consecutivos) si es mujer, como síntoma debido a la desnutrición
- Otros síntomas físicos debidos a la desnutrición: frío en las manos y pies, sequedad de la piel, estreñimiento, palidez o mareos, caída de cabello, etc.
En relación a la imagen corporal:
- Percepción errónea de tener un cuerpo grueso
- Intentos de esconder el cuerpo con ropa ancha, por ejemplo
En relación al comportamiento:
- Alteración del rendimiento académico o laboral
- Aislamiento progresivo
- Aumento de la irritabilidad y agresividad
- Aumento de los síntomas depresivos y/o la ansiedad
- Comportamientos manipulativos y aparición de mentiras
- Autolesiones.
- Ideaciones y/o intentos de suicidio.
¿Cómo podemos ayudar a una persona que sospechamos que presenta un TCA?
Si conocéis a alguien que presente alguno de los signos de alerta antes mencionados, si sospecháis que puede padecer un TCA, aunque no tenga el perfil típico, aunque sea un chico, o una mujer mayor, o incluso niños (últimamente vemos casos en edades muy tempranas)…no lo dejéis pasar, por favor, es mejor equivocarse y “pecar” de exagerados que dejarlo “a ver si se le pasa la tontería”.
Sentaos con él o ella, explicadle vuestras sospechas, lo que habéis detectado, con detalles, de forma directa…las sutilezas no funcionan. Explicadle vuestra preocupación, actuad de forma comprensiva, sin juzgar, sin amenazar…tendedle vuestra mano, ofreced ayuda, sugerid que se ponga en manos de un profesional, ofreced opciones (asociaciones, grupos de ayuda…no sólo sanitarios)…se trata de una persona enferma, no necesita “broncas” ni “charlas” acerca de que hay niños muriendo de hambre…necesita ayuda, pero tú no eres su médico ni terapeuta, eres el hombro sobre el que se va a apoyar.
Es muy posible que inicialmente niegue el problema, diga que no le pasa nada y que no necesita ayuda, incluso puede que responda de forma agresiva…insiste, informa, explica lo que has visto, muéstrale porqué estás preocupado/a, no discutas por el peso o la comida…Deja claro que vas a estar ahí cuando te necesite, cuando quiera…no podemos obligar a nadie a que busque ayuda, o reconozca un problema, pero si podemos informarle de lo que podría hacer, de dónde podría acudir.
No intentes controlar, manipular, sobornar, castigar, recompensar, culpar…eso no funciona. Hazle sentir que eres su apoyo, no su enemigo.
No intentes cambiar su comportamiento, sólo él o ella puede hacerlo una vez reconocido el problema, si una persona no quiere salir de un pozo, de nada sirve que le lances una escalera…no subirá. Pero si consigues que reconozca el problema, que se responsabilice, y la tratas de forma comprensiva, es posible que acabe pidiendo ayuda.
Los tratamientos son largos, complejos, duros, con recaídas frecuentes…frustrantes, ya que la persona que lo sufre, no suele tener (al menos al principio), conciencia de enfermedad, ni de las consecuencias negativas de la misma, ni, por supuesto, de la necesidad de ponerse en manos de profesionales e iniciar un tratamiento.
No existe un tratamiento estándar, debe llevarse a cabo por un equipo multidisciplinar que incluya: médicos, psicólogos, psiquiatras, enfermeros, dietistas, educadores…y adaptarse a las características de cada paciente. Además, es fundamental el apoyo familiar y de grupos de ayuda, cuya intervención ha demostrado grandes beneficios.
¿Cuál es el pronóstico?
La mayoría de personas afectadas por TCA lo superarán, pero hay otras que lo sufrirán de forma crónica y/o padecerán sus secuelas (trastornos cardiacos, digestivos, endocrinos, psiquiátricos, reproductivos, óseos…), y no debemos olvidar que existe un pequeño porcentaje de pacientes que fallecen, de forma directa o indirecta por TCA, y que, cuanto más precoz sea el diagnóstico, más posibilidades de recuperación completa habrá.
Por todo lo dicho, en este día internacional de la lucha contra los TCA, os recuerdo la importancia de la detección precoz, del apoyo familiar y profesional, pero sobre todo, de la prevención de los mismos, mediante:
- La información a padres e hijos, tanto en los centros educativos como en los centros de salud.
- La promoción de hábitos de vida saludables de alimentación y ejercicio físico, las comidas en familia, la difusión de conocimientos adecuados de nutrición a nuestros hijos.
- El impulso de la asertividad, autoestima y la aceptación a uno mismo desde la más tierna infancia, el entendimiento de que somos mucho más que un físico o una imagen.
- La motivación y fomento del espíritu crítico respecto a la alimentación, la cultura de la delgadez, la imagen corporal, los mensajes publicitarios y los factores de riesgo de los trastornos alimentarios.
- La detección de los elementos manipulativos que nos encontramos en los medios y redes…